Ha sido uno de los grandes del martillo en la historia de la cofradías en el siglo XX
Ayer falleció en Sevilla, a los 72 años de edad, víctima de una cruel enfermedad, Rafael Ariza Sánchez, uno de los grandes capataces y miembro de una de las sagas más conocidas y admiradas del mundo del martillo, que lleva más de cien años mandando pasos.
Rafael Ariza nació en Sevilla el 15 de diciembre de 1937 y continuó la dinastía que fundó su abuelo y su padre José Ariza Mancera. Junto a su hermano Pepe, estos capataces forman parte de la historia de la Semana Santa hispalense en el siglo XX, habiendo mandado las más importantes cofradías. Sus hijos Ramón, Pedro y Rafael y su sobrino Toni, son capataces y han recogido el legado y sapiencia de Rafael y José.
Era en la actualidad capataz titular de las hermandades de La Hiniesta, San Esteban, Nuestra Señora de la O y Soledad de San Lorenzo y de la Virgen de los Remedios de la localidad onubense de Villarrasa. Igualmente, también mandó durante muchos años el Gran Poder.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, expresó sus condolencias por este fallecimiento, lamentado profundamente esta pérdida y trasladando su pesar a la hermandad de La O, a cuya junta de gobierno perteneció durante varios años.
El Ayuntamiento de Sevilla participó activamente con la hermandad de La O en el homenaje que le rindió la ciudad a Rafael Ariza y a su hermano Pepe hace tan sólo unos meses. Asimismo, la Delegación de Fiestas Mayores y Turismo le tributó un sentido homenaje con la publicación de un libro del fotógrafo Jesús Martín Cartaya.
La Hermandad de la O, con motivo de esta desgraciada noticia, ha suspendido una comida a beneficio de la bolsa de caridad que se iba a celebrar en el Paseo de Nuestra Señora de La O hoy sábado.
Los restos de Rafael Ariza fueron trasladados al tanatorio de Servisa, en San Jerónimo. Esta tarde, a las 16.30 horas, se celebrará la misa «corpore insepulto» en la parroquia de Nuestra Señora de la O. Posteriormente, sus restos serán incinerados en el cementerio de La Algaba.
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